Me presionas... finjiendo preocupación, te hacercas de nuevo a mi, acosándome y buscando una explicación. La respuesta a una pregunta demasiado repetida.
No te haria ningún favor dejandote claro lo que ya sabes pero no eres capaz de admitir. Acepta que me alejé de ti por una razón de peso, y comprende que de esta causa se derivan tódas las demás.
No se que esperas retorizando, pero para, porque me haces daño.
Me odias por lo que hice, pero no te vas a ninguna parte. Alejate de aquí! Déjame tranquilo. Yo no planeé esto: las caras de asco, el fuego a discreción y las recriminaciones. Y me frustra tanto esto...
No quieras cambiar esto, deja el tema como está; si de repente tuviese otra opinión, lo que ahora es amargo se volvería cáustico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario