Y llega la noche y llegas tú.

               Llego a casa y me bajo a la ventana con un café y un cigarrillo... los cinco minutos que tengo de tranquilidad después de un día sin un minuto para relajarme y antes de hacer cualquier otra cosa.
               Entonces es cuando pienso en las cosas que me han pasado hoy, en como me ha ido el día, y en tódo lo que tengo que hacer mañana. Entonces, sin mitivo, llegas tú.
                Tódas las noches, cuando estoy solo y tranquilo, ese margen entre hoy y mañana, esos cinco minutos en los que tengo la cabeza vacía, me acuerdo de tí. Me acuerdo de lo cerca que estuve de tí las noches que pasabamos juntos lo comparo con estas noches, y cada noche que me acuerdo de tí te siento mas lejos.
                 Podía olerte, oirte respirar... Y desde aquí no te escucharía aunque gritases. Me martiliza saber que podría haberme esforzado más, podría haber sido más transparente, y tal vez ahora estaría pensando en tí, pero no como lo estoy haciendo.
                 Seguramente aun no es tarde para intentarlo, pero soy tan cobarde...
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                   Ayer no hice los ejercicios y hoy tampoco pienso acerlos, pero tengo escusa. Estoy atareadísimo con los examenes y llego muerto a casa. Y no estaría posteando ahora si no se hubiese convertido en una necesidad, algo así como el deshagüe de mis preocupacione(que poético xD)

                   Aunque esté cansado y aunque me raye un poco por las noches, noto que desde el cambio de alimentación, mi humor, y estabilidad emocional están mejorando múcho. Llevo bien la dieta (en realidad es insufrible, pero la llevo a raja tabla). Espero que mi estómago se acostumbre rápido a esto.

                   Creo que nada más, nos vemos, cuidaros...                      Bryan