Tal vez sea muy precoz con estos gritos de hurra; tal vez este estado de ánimo desenboque en otra recaida; o tal vez me esté autoengañando(otra vez)... pero, creo que lo he superado.
Un nuevo capítulo en esta historia. Hace ya tiempo que se acabó la angustia y el dramatismo que sufría cuando pensaba en este chico, pero ayer lo entendí todo.
Tirados en la cama, hablando y riendo... una noche de lunes distinta. Para no variar, Insomnius, tán incondicional, me hizo compañia.
Lo observaba cigarrillo tras cigarrillo desde la esquina de la cama. Y "zas", se encendio la lucecita en mi cabeza. ""¡Estoy comodo aquí contigo!, no me siento atado por no poder acercarme, despertarte y besarte, y no me amarga saber que no entras en los planes de mi karma.""
Después de tantas lágrimas a esondidas lo entendí. La razón por la que he aceptado venir aquí esta noche, a tu casa, a tu habitación, a verte desde la esquina de tu cama... es porque te quiero.
Estoy aquí porque te quiero. No entras en mis planes por desgracia para mi, pero lo entiendo, lo acepto y ahora sí; ahora sí que valoro la suerte que tuve por haberte conocido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario